lunes, 7 de enero de 2013

Es lo mismo viejo o anciano

REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA

Significado y descripción de viejo y anciano.

Viejo, ja.

(Del lat. vulg. vĕclus, y este del lat. vetŭlus).

Adj. Se dice de la persona de edad. Comúnmente puede entenderse que es vieja la que cumplió 70 años. U. t. c. s.

Anciano, na.

(Del lat. *antiānus, de ante).

adj. Dicho de una persona: De mucha edad. U. t. c. s.

Ser viejo o anciano solo son unos términos que a unas personas nos resulta más agradables el uno que el otro. Lo importante es cómo nos vemos o nos vamos a ver y a sentir cuando lo pensamos, y aún más importante cuando lo seamos. El ser viejo o anciano nos impedirá disfrutar de una vida plena, sana, en donde el amor, el bienestar, la actividad y el gozo fluyan libremente en nuestra vida. Hemos aprendido a evolucionar y desarrollarnos por medio del miedo, el temor y la competencia. En mi vejez yo quiero seguir creciendo, desarrollándome y prosperan desde el gozo, la gratitud, la celebración, la colaboración, la paz y la armonía.
Soy consciente de que aunque lo verbalice me aparecerán resistencias, dudas, desorientación, más este es y será uno de mis retos, de mis desafíos y uno de mis compromiso.
El anciano y/o el viejo tienen la misma edad en el calendario, pero edades diferentes en el corazón. Los años causan degeneración en las células; la vejez y/o la ancianidad sin esperanza, degeneración en el espíritu. Vivamos una larga vida como viejos y/o anciano desde la plenitud, el perdón, y la gratitud.

Hay dos clases de viejos y/o ancianos:

Este es el anciano o viejo que no ha perdido, ni perdieron, ni perderán la jovialidad. El que sueñas, aunque descansen menos y/o peor, el que tiene achaque y dolores propios de su edad, más eso no le impide estar activo y motivado, con planes y proyectos. Tiene ganas e interés de aprender y enseña. Las arrugas de este anciano o viejo son bonitas, porque son las huellas de su propia vida de la cual se siente muy satisfecho y agradecido. Este viejo o anciano es tolerante, paciente, comprensiva, compasiva, abierta a las innovaciones y el conocimiento, a los cambios, y dispuesta a continuar creciendo. Ha alcanzado una sabiduría, y unos conocimientos de situaciones, cosas y personas. Les gusta contar cuentos, historietas, batallitas y experiencia entretenidas y divertidas de las que se puede aprender una serie de valores, actitudes y modos de afrontar la vida y los problemas que esta nos trae, de un modo placentero, amoroso y afectuoso.

El otro viejo o anciano es una persona intolerante, gruñona, maniática, siempre quejándose, hablando de sus dolores y achaques, con mal carácter, ideas fijas, no se adapta a los cambios, no quiere, ni le interesa aprender, se ha hecho vago y acomodadizo, han olvidado la alegría de vivir de los jóvenes, olvidaron que un día ellos fueron jóvenes con sus peinados, con su moda, con sus ideas, con sus códigos,… Las arrugas de este viejo o anciano son feas, porque fueron marcadas por la amargura, la insatisfacción, la sin razón, testarudez, y la nostalgia de sus ayeres.

¿A cuál de estos dos viejos y/o ancianos quieres llegar a ser?

Mi desafío, mi gran reto, es porque lo tengo que ir construyendo desde mi presente, el de ser una anciana y/o vieja, tolerante, paciente, compasiva, comprensiva, con ganas de aprender y de enseñar, atenta, afectiva y amorosa.
 
Texto original de: Mª Asun Contreras.

 






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