martes, 15 de enero de 2013

¿Cuál es mi propósito para el 2013?


Mi propósito para este próximo año son varios o es uno complejo.

Mi propia autoafirmación, que tiene que ver con quien soy, con el legado que me otorgaron, con los dones con los que viene.

Mi autoconocimiento, que más que autoconocerme tiene que ver con autoreconocerme o no olvidar mis propia cualidades y valores.

Todo esto me lleva a revisar y cuestionarme mis valores, mis creencias.

Para yo tener una sensación de plenitud y de felicidad tengo que ser coherente, saber, ver y reconocer mi legado, que me otorgaron y que he hecho yo son eso, o cual va ser mi aportación a la humanidad, o más cercano a las personas que me quieren y que yo quiero.

Los propósitos tienen que apasionar, hacerte cosquillas en las entrañas, esta es la sensación que me motiva a levantarme cada mañana.

Como todo en la vida esto requiere unas responsabilidades y no siempre las manejo con comodidad.

No todas las relaciones que tengo con las personas que me rodean son cómodas, este es el reto y desafío de la vida, el que me hace crecer y ser lo que soy, ya que sin esos obstáculos no sería la que soy, ni estaría donde estoy, ni con las personas que estoy.

Por último y no menos importante los valores. Desde que era pequeña me he dado cuenta que yo tenía mi propia escala de valores, diferente a la que me impartían, era algo que me salía de dentro y que sorprendía a mis padres.

La vida sigue y olvidamos de donde partimos, a mi una película me ha hecho preguntarme ¿Cuál ha sido y es mi legado? O dicho de otra manera que traje yo a este mundo que es intrínsecamente de mí ser.

Por eso lo de revisar y cuestionarme mis valores y creencias, para así llegar a mi pura esencia, a mi puro ser.
Texto original de: Mª Asun Contreras




 

Las cosas buenas y positivas que me están ocurriendo y que estoy viviendo

Que tengo una casa donde cobijarme del las inclemencias del tiempo, donde no paso frio y tengo todas las comodidades por a ver nacido en el mundo desarrollado.

Tengo comida y dinero para vestirme y calzarme.

Tengo un marido–compañero al que quiero y me quiere, y nos servimos de mutuo apoyo, y disfrutamos de todo lo que la vida nos ofrece.

Tengo la posibilidad de ocupar mi tiempo en las actividades que a mí me gustan y me sirven para autodesarrollarme y sentirme bien y centrada.

Tengo buenas amigas que me valoran, me quieren y me aprecian, al igual que yo, y nos servimos de apoyo mutuo. Además de sorprenderme, una de ella prefiere tener mi amistad a perder un libro, eso fue una sorpresa ya que aun sabiéndolo que te lo expresen  tiene doble merito.

Tengo un buen estado de salud que no me impide disfrutar de todas las actividades que me proporciona mi cuerpo, así como de todos los placeres que la vida me ofrece.

La vida me da la oportunidad de explorar una amplia gama de experiencias, algunas no son agradables ni gratificantes, en cambio las que lo son merecen la pena con creces.

Hay mensajes que viene con códigos secretos que hay que saber descífralos, o saber leer entre líneas, alguien me mando estos:

Yo quiero seguir mucho tiempo dando estos cursos y que sigáis conmigo porque no quiero perder vuestra amistad ya que soy personas entrañables.

Vamos a tomar un café, alguien te ofrece su oído para que me desahogue, me reconforte,…etc.

Despertarme con mi amor, oír la lluvia, el canto de los pájaros, la ducha de la mañana, el masaje con la crema después de la ducha, el desayuno con el zumos, y los olores y sabores,...etc. todas estas cosa y muchas más es lo que hay de positivo en mi vida.

Besos, abrazos, sonrisa,s risas, que guapa estas, que has hecho estas navidades que no parece que has engordado.

Me he acatarrado y no me he lavado la cabeza. Me gusta cómo te sienta el pelo hacia atrás, tienes una cara muy bonita, eras una niñas muy bonita,…etc.

Texto original de: Mª Asun Contreras

 
 
 
 

lunes, 7 de enero de 2013

Es lo mismo viejo o anciano

REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA

Significado y descripción de viejo y anciano.

Viejo, ja.

(Del lat. vulg. vĕclus, y este del lat. vetŭlus).

Adj. Se dice de la persona de edad. Comúnmente puede entenderse que es vieja la que cumplió 70 años. U. t. c. s.

Anciano, na.

(Del lat. *antiānus, de ante).

adj. Dicho de una persona: De mucha edad. U. t. c. s.

Ser viejo o anciano solo son unos términos que a unas personas nos resulta más agradables el uno que el otro. Lo importante es cómo nos vemos o nos vamos a ver y a sentir cuando lo pensamos, y aún más importante cuando lo seamos. El ser viejo o anciano nos impedirá disfrutar de una vida plena, sana, en donde el amor, el bienestar, la actividad y el gozo fluyan libremente en nuestra vida. Hemos aprendido a evolucionar y desarrollarnos por medio del miedo, el temor y la competencia. En mi vejez yo quiero seguir creciendo, desarrollándome y prosperan desde el gozo, la gratitud, la celebración, la colaboración, la paz y la armonía.
Soy consciente de que aunque lo verbalice me aparecerán resistencias, dudas, desorientación, más este es y será uno de mis retos, de mis desafíos y uno de mis compromiso.
El anciano y/o el viejo tienen la misma edad en el calendario, pero edades diferentes en el corazón. Los años causan degeneración en las células; la vejez y/o la ancianidad sin esperanza, degeneración en el espíritu. Vivamos una larga vida como viejos y/o anciano desde la plenitud, el perdón, y la gratitud.

Hay dos clases de viejos y/o ancianos:

Este es el anciano o viejo que no ha perdido, ni perdieron, ni perderán la jovialidad. El que sueñas, aunque descansen menos y/o peor, el que tiene achaque y dolores propios de su edad, más eso no le impide estar activo y motivado, con planes y proyectos. Tiene ganas e interés de aprender y enseña. Las arrugas de este anciano o viejo son bonitas, porque son las huellas de su propia vida de la cual se siente muy satisfecho y agradecido. Este viejo o anciano es tolerante, paciente, comprensiva, compasiva, abierta a las innovaciones y el conocimiento, a los cambios, y dispuesta a continuar creciendo. Ha alcanzado una sabiduría, y unos conocimientos de situaciones, cosas y personas. Les gusta contar cuentos, historietas, batallitas y experiencia entretenidas y divertidas de las que se puede aprender una serie de valores, actitudes y modos de afrontar la vida y los problemas que esta nos trae, de un modo placentero, amoroso y afectuoso.

El otro viejo o anciano es una persona intolerante, gruñona, maniática, siempre quejándose, hablando de sus dolores y achaques, con mal carácter, ideas fijas, no se adapta a los cambios, no quiere, ni le interesa aprender, se ha hecho vago y acomodadizo, han olvidado la alegría de vivir de los jóvenes, olvidaron que un día ellos fueron jóvenes con sus peinados, con su moda, con sus ideas, con sus códigos,… Las arrugas de este viejo o anciano son feas, porque fueron marcadas por la amargura, la insatisfacción, la sin razón, testarudez, y la nostalgia de sus ayeres.

¿A cuál de estos dos viejos y/o ancianos quieres llegar a ser?

Mi desafío, mi gran reto, es porque lo tengo que ir construyendo desde mi presente, el de ser una anciana y/o vieja, tolerante, paciente, compasiva, comprensiva, con ganas de aprender y de enseñar, atenta, afectiva y amorosa.
 
Texto original de: Mª Asun Contreras.