miércoles, 15 de enero de 2014

REENCUENTRO
Era un día lluvioso y húmedo de un martes de enero, habían acabado las navidades y todo volvía a la rutina.


En un instante salió de ese día lluvioso y húmedo y se encamino hacia un bonita día, la temperatura era agradable, estaba en plena naturaleza.


Oía el canto de los pájaros, el murmullo de algún rio, o manantial, olía la fragancia de las flores, y de los distintos arboles, limoneros, pinos, manzanos, jazmín, tilos, abedules,… El paisaje era toda una sinfonía de colores y de bellas aves de múltiples colores revoloteando. En su boca tenia un sabor dulce, a canela, miel y limón y sus manos acariciaban diferentes texturas, la suave hierba, los troncos de los arboles unos más suaves, otros más rugosos.


Unos cuantos pasos más adelante hay una gran explanada con un manantial y al fondo una cascada.


Corre hacia él y tira los zapatos.


Se mira en las aguas tranquillas y trasparentes, y no se ve, como seria de suponer, solo ve los peces de todos los tamaños y colores, decide darse un baño y cuando se mete en el agua sucede algo que la asombra, ella es atemporal por eso no se ve, y el manantial se funde en un universo de soles y estrella.


Cuando sale del manantial, en la orilla hay un cofre y ella lo abre con una llave dorada que lleve al cuello y que cuando se metió en el manantial no la llevaba.



Abre y dentro hay un corazón palpitante y una rara rosas purpura y dorada, cierra el cofre y lo tira al manantial, ella no tiene necesidades, ella no tiene ego, ella esta completa, esta llena.



Vuelve sobre sus pasos, se le van acercando colibríes, mariposas, y tímidamente toda clase de animalitos, cada uno le susurra alguna cosa “vuelve cuando quieras” “este es el lugar” “siempre serás bienvenida” “tu eres perfecta” “tienes todo lo que necesitas” “en ti”


Volvió a su día lluvioso y húmedo, tan bien como estaba cuando inicio el viaje, solo se sobraban unos zapatos viejos, solo le sobraba su ego, solo le sobraba lo viejo, viejas creencias, hábitos, costumbres, ideas, pasado, un sinfín de posibilidades y de experiencias estaba ahí, esperándola, para que las viviera, disfrutara, experimentara, saboreara,… tan solo VIVIR

Texto original de: Mª Asun Contreras